Fue muy lindo volver así a Rosario. Cuando salimos a la ruta con Carlitos y Jok, no lo dijimos pero lo pensábamos los tres. Luego de casi un lustro sin pisar la tierra de Fontanarrosa, Calé y El Tomi (entre otros grandes de la historieta) La Productora volvía la gran ciudad santafesina de la mano de los amigos de la Asociación de Dibujantes del Litoral. Ya me lo había dicho Carlitos
Barocelli hace algún tiempo: algo muy bueno se estaba cocinando a orillas del Paraná. Y es que da gusto que después de tantos años, el mensaje de unión y colaboración entre pares siga prosperando. Esta vez aquellos compañeros -me refiero a Fernando "
Kiro" Campos y al mismo Barocelli- de intentos como la ADR (Asociación de Dibujantes de Rosario) o la IR (Ilustradores Rosarinos), han podido nuclear a un precioso grupo de chicas y chicos en pos de un bien común y con un resultado gigante: el gran encuentro
"Dibujantes". A continuación un racimo de instantáneas para contarles cómo fue...
La llegada a Rosario y el recibimiento del trajeado Barocelli bajo el manto de un ombú que nos protegió de la lluvia mañanera. El encuentro con los amigos en el Monumento a la Bandera, gran momento.
El almuerzo junto a los hermanos de la unhil, César Carrizo y Néstor Martín.
Mientras Keki, el hada porteña del evento, sacaba fotos y contagiaba alegría. Los amigos del Círculo del Cuadrito de Mendoza: Eliana, Damián Pérez Santos y Guira.
Marcelo Frusín, Leonardo Manco y Mallea, disfrutando de la tarde del domingo.
Horacio Lalia, Carlos Barocelli, José Massaroli y Osvaldo Laino, ¡Qué cuarteto!
Unidos bajo el signo de aquella revista legendaria pergeñada por el gran
Osvaldo Laino -precisamente, Dibujantes-, los amigos rosarinos se mandaron un encuentro impecable y lleno de sorpresas y camaradería. Y el viejo Laino se constituyó en alma y motor del evento y los que llegaron desde lejos le dieron verdadera entidad federal a la cosa: el talentoso
Diego Yapur desde Catamarca (un hallazgo), los pergaminenses de
Mondo Zombie, Ramiro Rossi de Santa Fe ciudad, el gran
Esteban Tolj y los amigos de siempre.:
los unhiles César Carrizo y Néstor Martín de Tucumán (que llegaron con una muestra de trabajos del Oso Rosello (un homenaje que ni así no hace caer en la cuenta de que el amigo amado ya no está),
los aquelarres Fede y Alejito Baert, Caio y Marcos. Por supuesto la banda porteña también se llegó con Horacio Lalia y Haydée,
Max Aguirre y Debi, Diego Agrimbau y Laura, Salvador Sanz, Ramseg, más Javier Suppa y Keki, especie de socios porteños del evento, pues Javier trajo la gran muestra que hicieran en Viñetas Sueltas y Keki hizo las veces de anfitriona durante todo el evento. Uno de los reencuentros más lindos sucedió con los ex Sacapuntas Pablito Colazo, Walter Koza, Gabriel Antille, Gerardo Pérez, todos ahora reunidos en un grupo llamado Dibujantes y Guionistas Independientes de la mano del rosarino Juan Vásquez. Por supuesto, al que extrañamos todos fue al Leo Sandler, emigrado recientemente a Europa. Al Oso no. Los que lo conocimos lo llevamos a todos lados ya, en nuestro corazón y lo invocamos cada vez que podemos, como en la charla final.
La charla de los dibujantes del país de adentro: Lipe de Salta, Yapur de Catamarca, Pérez Santos de Mendoza, de Paraná y César Carrizo de Tucumán. La muestra homenaje al Oso Rosello, ¡Ni así podemos aún aceptar que ya no esté! Al final del domingo, hubo una gran mesa a modo de despedida con un grupo muy heterogéneo y bastante elocuente de la realidad actual de la historieta argentina. No sé si se dijo algo importante, pero hubo de todo en aquella mesa. Al final, nos dimos cuenta de que todos estábamos dedicados a menesteres bastante distintos; unos queremos ser sólo dibujantes, otros historietistas, otros comerciantes, otros gestores culturales. El denominador común fue el amor por el dibujo y la historieta, y el recuerdo de aquel que se fue y que nos duele tanto: El Oso Rosello.
La mesa panel del final: Accorsi, Mulko, Mallea, Lalia, Massaroli, Manco, Frusín, Laino, Leo Fernández y Leandro Arteaga.
Carlos Barocelli le entrega a Cristian Mallea una medalla recordatoria.
Les estoy agradecido a todos los compañeros y compañeras de la ADL (¡A Carlitos y Fernando en especial!) por permitirnos vivir esta experiencia y espero que este sea el primero de un rosario -permítanme la ocurrencia- de encuentros futuros en el que los dibujantes del país podamos pensar mejor nuestro querido oficio.
Ya todos nos íbamos pensando: ojalá se vuelva a repetir.
Algunas de estas fotos son gentileza de Keki, José Massaroli y la gente de ADR, ¡Gracias por eso! Un abrazo,
Cristian