Este es otro anuncio tristísimo, uno que preferiría no estar dando. Pero así se viene este año, tan duro con nuestra comunidad historietística. La noticia me sorprendió la mañana del viernes pasado cuando atendí el teléfono. Del otro lado estaba Horacio Lalia quien nos daba el insólito mensaje: Carlitos Meglia había muerto. No estaba enterado de su repentina enfermedad, lo había visto hacía poco y nada me había hecho sospechar de algo parecido.
Carlos tenía apenas 50 años pero llevaba tras de sí una carrera vastísima e impecable (si mal no recuerdo, me contó que... ¡empezó a los 17 años, nada menos que ayudando a Oswal!), y una obra única de la que ahora, más que nunca, todos somos responsables de difundir hasta el infinito. (Ese mismo viernes, por ejemplo, fui a dar clases muy triste y se me ocurrió preguntar quienes conocían a Meglia. Sólo un par de adolescentes sabían de su existencia y volví a pensar en cuánto trabajo nos queda por hacer.) Hay mucho en internet donde pueden ir a abrevar quienes no conozcan su trabajo magistral. Pueden ver algo de él en Imaginaria, en Banda Dibujada o en sites extranjeros (Newsarama, La Nuez, Actua BD) donde pueden darse una idea de quién era afuera Carlos Meglia. También pueden ver su último libro para Soleil, el tremendo "Cañari, Lágrima de oro" que el famoso sitio BD gest adelanta aquí; o ir a visitar su propio blog (¡y ver sus tremendas ilustraciones!) o ver blogs de colegas amigos que lo querían mucho como Walther Taborda, Humberto Ramos o Wally Gómez. En todos estos sitios amigos y aficionados ya han escrito su dolor. Pero yo les recomiendo otra cosa. Váyanse de viaje por las librerías, busquen sus hermosas historietas, cómprenlas y tírense bajo un árbol a leerlas: Irish Coffee, Big Bang, Cybersix, El libro de Gabriel ¡y tantas otras bellas historias!. Creo que esa es la mejor forma de rendirle el necesario e imprescindible homenaje: leyéndolo y retransmitiendo su obra.

No voy a hablar del dolor que me inunda cuando un artista así se muere, menos aún si con esa persona tuve la extraña suerte de compartir apenas breves instantes. Yo simplemente quiero, en mi nombre y en el de La Productora, saludar sincera y respetuosamente a su familia, a su hijo Lucas y a su encantadora mujer, Patricia. Apenas compartí con ellos (con Patricia, Quique Alcatena y otros colegas) un fin de semana en Mar del Plata, allá por 1999, donde pude sorprenderme gratamente de la calidad artistística y humana con que Meglia nos obsequiaba a todos. ¡Cómo nos hacía reír! Lo extrañaremos de verdad.

¡Un abrazo grande, Carlos!
Cristian
No hay comentarios.:
Publicar un comentario